En lo que va del presente siglo, en México su torneo local parece ir de más a menos y aunque a nivel selección se han dado algunos buenos resultados, estos se han quedado cortos a la hora de demostrarlo en la justa mundialista. Es cierto que se ha llegado a grandes actuaciones en competencias internacionales, tanto en nivel de clubes como en selección, pero esto no ha sido suficiente para que el fútbol en nuestro país se mantenga en la cima.
Es verdad que se han conseguido campeonatos juveniles, pero ¿qué se hace después para que esos jóvenes logren obtener el trofeo más preciado en el campeonato mundial? En este punto es cuando uno se pregunta si en la exigencia para las competiciones mayores existen trabas para que sólo unos cuantos jugadores tengan la oportunidad de ganar el título mundial, haciendo a un lado a quienes realmente desean este trofeo y dando lugar a quien sólo desea que algún buen equipo europeo se interese en ellos y saque la chequera.
Digo, tampoco creo que esté muy alejado de la realidad. Simplemente en el torneo local existen equipos que desean tanto ganar la copa que cada 6 meses gastan impresionantes cantidades de dinero por jugadores de distintas nacionalidades sin obtener los resultados por los que compite un club de fútbol. Entonces, gastan dinero que a veces ni tienen, se endeudan y si no alcanzan sus objetivos en 2 o 3 años, entran en problemas económicos muy grandes y al final el perjudicado siempre es el trabajador.
Una manera de lograr resolver todos estos males que aquejan al fútbol nacional, es mediante la socialización del Fútbol Mexicano. Que deje de ser propiedad privada la Federación Mexicana de Fútbol y con ella todos los equipos del balompié mexicano.
¿Y después?
Volverlos realmente un CLUB donde los socios tengan acceso a las instalaciones para practicar, no sólo fútbol, sino toda clase de deportes y a partir de estos, enlazar a las federaciones de las distintas disciplinas deportivas que se practican hoy en nuestro país. Así, se desarrollará de manera conjunta el deporte en México. Tenemos que quitarle a las empresas el manejo del deporte ¿Por qué? Porque lejos de fomentar, venden un producto que al final nada tiene que ver con el deporte y sólo se enfocan en la manera de obtener recursos; esto es lo que está dañando al fútbol en todo el mundo.
Además, al volver a los equipos de fútbol realmente en clubes, comenzarán a surgir nuevos talentos por todas partes, en todos los equipos y en varias disciplinas. Se convertirán en una cantera de deportistas buscando la cima sin importar el dinero, porque de principio cada persona es la que se ha acercado al club y no al revés como sucede hoy en la mayoría de equipos.
Mientras practicas algún deporte en uno de estos clubes por gusto, podrás ser visto (casi sin pensarlo) por alguien que necesite de tu talento nato. También se podrían incluir actividades artísticas, para enriquecer de contenido a los equipos. Nacerían nuevos espacios para la gente, las entradas a los estadios bajarían de precio y cada día más personas tendrían acceso a lo que hoy solamente unas cuantas personas pueden.
Se matarían varios pájaros de un tiro: nuevos espacios de esparcimiento, culturales y deportivos, apoyo a fuerzas básicas, elección popular en puestos clave del club, los aficionados serían socios.
¿Ventajas externas al deporte?
Las transmisiones de partidos podrían ser en alguna cadena del estado en TV y radio, fomentando su desarrollo al entrar patrocinios y obtener recursos para sus producciones culturales, artísticas y educativas existentes, así como dar continuidad a nuevos proyectos. Sería un buen golpe para las televisoras privadas.
Al socializarse, muchos sectores en desventaja se verían beneficiados al obtener trabajo y deporte; dejarían de venderse a la ilegalidad para establecerse. El deportista podría seguir exportándose a otros continentes, pero antes ya habrá obtenido resultados favorables aquí, se iría como campeón y no como mercancía con fecha de caducidad.
¿Es esto posible o es otra utopía más?
Quizá sí sea una Utopía, pero nunca hay que dejar de perseguirla. Sería posible solamente mediante un Gobierno popular e incluyente, que no sea manejado como títere por el sector empresarial. El verdadero problema son los empresarios, quienes se encargan de poner obstáculos en la persecución de la Utopía e intentan alejarnos cada vez más de ella con palabras como "imposible".
Expropiemos el fútbol. El dinero frena la llegada a la cima.
Imágenes obtenidas de Google.
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