Es curioso que en un país como el nuestro, la gente clame por la paz. La primera pregunta que me hago cuando alguien habla de paz es ¿sabrán lo que es la paz? ¿Sabrán cómo se consigue la paz? y la más pesimista de mis preguntas: ¿alguien en el mundo habrá realmente vivido en paz?
Por definición, la paz es un estado a nivel social en el cual se encuentra en equilibrio y estabilidad todas las partes en su conjunto; en el derecho internacional, el estado de paz se refiere a la resolución de conflictos de manera no violenta o a los convenios que ponen fin a una guerra. Habría entonces que preguntarnos si en el mundo alguna vez se ha dejado de estar en guerra.
También existe otro término relacionado a este asunto y que creo que es a lo que se refieren cuando se está en contra de las acciones violentas "vengan de donde vengan", como los mexicanos hemos escuchado en los últimos meses (e incluso algunas personas son fans de esa frase) de parte del Estado y de algunas voces mediáticas: la Paz social. Ésta, se refiere a relaciones de camaradería entre las personas y las clases sociales en una entidad.
La paz social no se debe confundir con la indiferencia. Que yo pueda caminar por una calle sin que nadie me moleste no necesariamente es porque exista una paz social en esa calle. Tampoco la ausencia de violencia física quiere decir que reine la paz social. En este sentido, las personas confunden la ausencia de ciertos factores con la existencia de un estado de paz en el territorio, pero esta conclusión puede ser el primer paso para una debacle social más profunda y más violenta para el futuro.
En cierto modo, a esto se le podría llamar ignorancia social (de lo cual he de aceptar que en algún momento llegué a padecer) y hasta lo llamaría como una situación violenta acallada. Se que esto suena un poco paradójico, pero la situación por la que atraviesa el país desde hace algunos años, son síntoma de algo aún mayor y que la gente está temerosa de que llegue.
Aunque mis comentarios publicados en redes sociales no pudieran reflejar mi búsqueda de la paz, en realidad sí soy parte de quienes buscan la paz social, solamente que he llegado a entender cosas que a lo mejor muchos otros no comprenden o no quieren comprender. Claro que me gustaría una sociedad en donde no existieran los asesinatos, los robos, la corrupción, la necesidad de humillarse para comer y las confrontaciones para la exigencia de las garantías individuales. Lamentablemente, nadie que aún respire en este momento, ha conocido un mundo así.
En un mundo ideal, la gente ni siquiera tendría que luchar por la libertad o por los derechos fundamentales, porque en esencia es obvio que esto se debe otorgar a todas las personas en el mundo, pero ¿se cumple en algún país? No. Muchos se basan en obviedades para descalificar la lucha de las masas: el famoso "el cambio está en uno mismo"; se refiere a los "cambios" que una persona debe llevar a cabo para mejorar el entorno y entonces yo me pregunto: esas personas que claman por dicho cambio ¿no lo llevan a cabo? O ¿como por qué creen de vital importancia que este debe ser el primer paso para vivir en una sociedad diferente? En lo personal, es una obviedad el no tener que tirar basura en la calle, el no juzgar a las personas, el no etiquetarlas, separar la basura y hacer algo por la comunidad. Los fans del "cambio está en uno mismo" ¿qué habrán hecho por su comunidad? ¿No tirar a patadas la puerta del vecino es hacer algo bueno? No. Es ser indiferente.
Por coincidencia o no, muchos de los que utilizan esa frase trillada son los que también se han hecho fanáticos del "ninguna violencia es aceptable, venga de donde venga" y también me he preguntado: si en verdad no aceptan ningún tipo de violencia ¿por qué la permiten día a día? Quizá porque piensan que viven en un estado de paz social. Desde la comodidad que te da un trabajo, se vive en un espejismo donde piensas que eres libre porque puedes comprar 30 TVs, 50 estéreos, beber y drogarte sin que nadie te moleste. Aunque luego tengas que escarbar en tus ahorros -en el mejor de los casos- para pagar dichos aparatos o para reponer el gasto de más que hiciste en bebidas embriagantes.
Se sienten libres porque pueden ir a un bar cualquier día de la semana, casi a cualquier hora, a tomar con algunos compañeros de trabajo o amigos que se hicieron a lo largo de la vida, mientras, más allá de la zona demarcada para estas actividades (o incluso dentro de estas zonas, el problema ya no cabe más allá), niños piden limosnas y jóvenes son aventados a la calle a vender chicles; sólo uno o dos de ellos -de los millones que hay- podrán salir adelante para elevar su nivel de vida, en tanto, millones de vidas se privan de esa oportunidad. Eso, señores, es violencia.
Piensan que la paz social es la paz que impera en la clase dominante, pero eso no es paz social: es violencia de clase.
Dicho todo lo anterior, pasemos a lo del discurso de la paz por sobre todas las cosas que hemos venido escuchando desde diferentes voces de nuestro país; por un lado, los empresarios que urgen a los gobiernos y a la sociedad en general, a que pacíficamente se resuelvan los problemas. A estos señores lo que en verdad les urge es seguir enriqueciéndose para que sus hijos tengan la última consola que salió en el mercado, que su señora tenga las mejores alhajas, les urge pagar los trajes que importan desde alguna localidad italiana y sobre todo, les urge seguir generando riqueza, que en el México de hoy, podemos traducir como poder. Riqueza que, por cierto, generan a través de todos los que trabajamos para ellos. También estos señores han suplicado al gobierno que usen la fuerza policial para que no les bloqueen los accesos a sus centros de comercio -o ciudadescomercio- para que no haya pérdidas. Y lo peor es que hay gente que los apoya, mismos trabajadores.
Por un lado, entiendo a todos aquellos trabajadores que los apoyan basándose en que perderán su fuente de recursos, cosa entendible aunque no la comparto. Hemos llegado a tal punto en que nos sentimos inútiles si el explotador desaparece de la vida social y política del país, sentimos que no seríamos nada sin ellos y que no podríamos valernos por nosotros mismos como conjunto: NO MAMEN. ¿Quieren trabajar? Apresuremos el paso del cambio y asumamos lo que tenemos que hacer. También hay personas no trabajadoras que defienden las acciones de los empresarios sólo por una cosa: dinero, la razón de todos los males. Piensan que el derrumbe de la economía será el acabose de nuestra sociedad, y tienen razón, por eso no debería existir la economía tal y como la conocemos actualmente, y mucho menos deberíamos defenderla, ya que tarde o temprano nos llevará a nuestro final. El problema con su progreso es que siempre lo relacionan con dinero y nunca buscan una opción diferente a ello, porque los resultados hasta ahora nos dicen que el dinero acaba con la cultura, con el conocimiento, con las relaciones personales y con la humanidad.
El discurso de la paz por sobre todas las cosas beneficia a los empresarios, a los políticos que no quieren soltar sus privilegios (que no deberían existir) y a la gente que desde su comodidad tacha de malandros a todos aquellos que pelean por oportunidades para todos. Muchos dicen que la productividad bajaría si nos asumimos bajo el control de la masa, yo pienso que están muy equivocados: me imagino un mundo donde todos tengan la necesidad de hacer lo que les gusta a favor de todos sin preocuparse por no tener qué comer, tener que pagar colegiaturas, tener que pagar servicios básicos, pagar, pagar y pagar, y no la necesidad de trabajar en lo que sea para obtener unos cuantos pesos. Eso sería más productivo que todo lo que ha hecho la civilización desde los romanos. La evolución de las cosas se dispararía, los avances no estarían basados en necesidades de consumo, sino en necesidades reales para la supervivencia humana al tiempo. Debemos dejar las necesidades individuales producto de este sistema arcaico y enfocarnos en las necesidades como conjunto sin tener las preocupaciones personales como vivienda, combustibles y alimentos.
¡PERO LO QUE QUIERES ES QUE TE MANTENGA EL GOBIERNO! Seguramente muchos lo han dicho o lo han pensado. ¿Quién mantiene al gobierno? La masa en su conjunto operada por los trabajadores. Nunca dije que las personas deban estar en casa todo el día viendo TV (como seguro muchos lo hacen aún en este sistema), todos trabajaremos igual, solamente que nuestras preocupaciones cambiarían: en lugar de que te estreses por pagar el alquiler, te preocuparás por innovar en el campo que más te gusta y al que te dedicas. Es triste que la gente se sorprenda porque te dedicas a lo que realmente te apasiona, cuando esto debería ser de ley para todos. Lamentablemente muchos no tienen la opción de dedicarse a lo que les gusta debido a las necesidades creadas por la falta de dinero.
¿Utópico? Quizás. Pero también es utópico pensar en la paz social, porque realmente nunca hemos vivido en una sociedad en paz, siempre hemos estado en lucha. Que si los derechos de los no nacidos en clases altas, que los derechos de los esclavos, que los derechos de las personas por su procedencia, que los derechos laborales, que si la lucha por la libertad (interminable), que si asesinan a personas incómodas, que si roban, que la corrupción, que la impunidad, que la falta de justicia, etc. La lucha ha sido constante, con fragmentos de calma, pero en pie de guerra siempre. Podemos detener eso con una última pelea, una verdadera lucha que no sea para cambiar solamente de rostros, sino una lucha donde cambiemos de fondo todo sistema conocido; y no solamente debemos luchar "por nuestra nación", la lucha debe ser generalizada, en todo el mundo: por un mundo diferente, sin distinciones por patrimonio acumulado, sin distinciones individuales.
Quizá muchos no logremos ver tal mundo, pero podremos irnos pensando que luchamos para que los humanos del futuro lo tengan cuando la victoria llegue. Y si la victoria no llega, que nuestra muerte sirva de reflexión para ellos.
En estos tiempos muchos alzan la voz por la resistencia pacífica: los entiendo, pero no lo comparto. La respuesta en realidad es muy sencilla; ¿cuántas luchas pacíficas han triunfado? Seguramente pensaron en Mahatma Gandhi y Martin Luther King y yo les pregunto ¿en realidad triunfaron? ¿En la India la situación hoy en día es mejor? ¿En EEUU hoy los derechos civiles para afroamericanos son mejores en la práctica? ¿Triunfaron?
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