En el fútbol mexicano, la mayoría de los equipos cuentan con una identidad local que les permite utilizar símbolos y elementos de las regiones a las que pertenecen. Para el Club Universidad fue diferente. Desde que se comenzó a practicar deporte en la Universidad, se buscó un símbolo que representara los valores, tanto de la propia casa de estudios como de quienes se identifican con la universalidad que representa el deporte de la UNAM, lo que resultó en el puma como referente. Hablando específicamente del fútbol, el Club Universidad ha utilizado distintos escudos a lo largo de su historia: el de la U, el del puma rugiendo y el actual.
Dentro de esta búsqueda de identidad por más de 60 años, el club fue encontrando los símbolos que le permitieron llegar hasta nuestros días para convertirse en el más grande de México. Con la característica de que, a diferencia de los otros “grandes”, nunca tuvimos que presumir nuestra sala de trofeos para que los demás nos consideraran GRANDE. Y esto se logró por la identidad que por años (tanto futbolistas y directivos, como aficionados) lograron por actuar anteponiendo los intereses económicos y personales, para que el club representara lo mejor. Un estadio con su mural relieve y su forma de cráter del Xitle, lo que lo llevo a ser el único estadio del mundo en ser considerado Patrimonio de la Humanidad; un escudo que mantiene la U y el puma grande, como siempre ha sido el club; un club que da oportunidad a sus jóvenes promesas; un club que da oportunidad a sus integrantes de desarrollarse académicamente; un club donde los jugadores que dejan el alma en la cancha son ovacionados a pesar de la derrota.
Hoy nos encontramos en crisis. La playera que el club utilizará para la temporada 2015 – 2016 es solamente un síntoma más del rumbo que han tomado los dirigentes. Anteponen intereses comerciales, favores personales y favores profesionales, a los intereses de la gente que se siente identificada con todo lo que significa el Club Universidad y su entorno. Pero no sólo es eso, también el club opera en números rojos otra vez; las entradas se han incrementado hasta en 150% en 12 años, cuando por décadas habían mantenido su precio; los directivos cada vez más lejos de quienes pueblan las gradas, traicionando los símbolos con los que se identifica la gente, llenando de comerciales nuestra camiseta que alguna vez lució limpia, sin marca alguna. Y no conforme con eso, eligen el peor de los diseños.
Nike la volvió a hacer. Desde que el Club Universidad inició actividades no existía marca alguna en su uniforme más que el símbolo de lo que representaban, hasta que en los 90's llegó la marca norteamericana para vestir al conjunto auriazul y con ello su primera polémica: el escudo no abarcaría la totalidad de la playera y se convertiría en un objeto mínimo bordado. El problema con aquella playera era que al escudo lo habían minimizado. Con la idea del libre mercado representada en esta marca deportiva, poco le había importado estudiar la identidad y los símbolos representativos del Club Universidad, lo que la obligó a sacar modelos con el puma un poco más grande en modelos posteriores, después de investigar un poco. En esta su segunda etapa con el club, de nueva cuenta causan polémica. El símbolo del club se ve opacado por una serie de líneas en los espacios que hacen ver difuso el puma, haciendo casi imperceptible su presencia; no conformes con el mal diseño, se atreven a utilizar un color amarillento en el tercer uniforme. Al parecer a Nike poco le interesa basarse en nuestra historia y en nuestros símbolos para diseñar un modelo que esté a la altura de la filosofía del Club Universidad, así de grande debe ser.
El problema con el nuevo diseño de la playera no es el central, solamente es un síntoma de la enfermedad que padece nuestro club. El problema central del club radica en las empresas que utilizan su posición en el patronato para poner personajes que poco aportan en mantener al club en la cima y que sólo lo ocupan para cumplir en favor de sus intereses. Una enfermedad que no sólo tiene el Club Universidad, sino todo el fútbol moderno.
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